jueves, 3 de enero de 2008

LA GUERRA PSICO-MEDIÁTICA YA ESTA EN MARCHA SE VIENE: LA DEL MIEDO Y LAS ESCASECES

Texto: Alberto Maldonado S.
Periodista

Es una vieja estrategia pero es una táctica que se renueva cada vez que el imperio y las burguesías locales advierten que un movimiento político y su líder se apartan de los "cánones del neoliberalismo" y pretenden introducir cambios y transformaciones que pueden poner en riesgo su hegemonismo y sus privilegios. Es una táctica que escalonadamente trata de desprestigiar, neutralizar, disminuir, calumniar, a un gobernante, hasta obligarlo a renunciar a sus pretensiones de cambio; o a destituirle, si no hay otro camino. O eliminarle, como ocurrió con Salvador Allende, en Chile.

Los cañones, desde los cuales se disparan los dardos envenenados contra "el infiel" y sus seguidores, tienen hoy el nombre genérico de medios de comunicación (in)social. La vanguardia de esta guerra, en estos tiempos, le corresponde a la televisión, por ser el medio de mayor impacto e influencia; además, dispone de imagen y sonido como para disparar episodios que ante cualquier auditorio suenan "a la vida real" Los medios impresos ratifican ante sus públicos, cada vez más escasos pero con mucho poder económico, político y social, los dardos lanzados por sus colegas televisivos; y como son tan "serios", disparan su información, en tal o cual sentido (los "enjundiosos" análisis políticos y/o económicos) y le dan un carácter de "sólidos y veraces"; y las estaciones de radio del sistema, repiten y repiten y vuelven a repetir, como cajas de resonancia, lo que han afirmado sus "fraternas"; además, entrevistan y vuelven a entrevistar a los voceros más conspicuos del estatu quo. De esta manera, los mass media, que siguen declarándose democráticos e independientes, dan la sensación de certeza; de que si coinciden en tal o cual apreciación, en tal o cual percepción o denuncia, "debe ser" porque tienen la razón y están diciendo la verdad. De suerte que, mediante este recurso sico-mediático, pretenden crear (y a veces lo consiguen) a mediano o corto plazo, una opinión pública sensible, exacerbada, que pueda generar conductas y actitudes contrarias al gobierno y al partido político que "se ha atrevido" a cuestionar y a proponer cambios estructurales del sistema imperante.

Esta táctica viene de una oficina de inteligencia made in USA (la PSYOP: Psychological Operations) que tiene larga experiencia, en el mundo entero; y que se nutre además del aporte de los "pitiyankis" (como los moteja Hugo Chávez) locales, especialmente para tocar puntos y sentimientos nacionales, muy sensibles en amplios sectores sociales.

Correa ya está en la lista negra

Veamos el caso Correa, en el Ecuador. Respaldado por una fuerte corriente ciudadana y con un discurso de cambio, Alianza País (el nombre del movimiento) y Rafael Correa lograron ganar fácilmente las elecciones presidenciales (noviembre 26/2006) Y, "lo más grave" (para el sistema, desde luego) Correa y su equipo de gobierno han persistido en su discurso de cambio; insisten en que el país debe ir hacia una restructuración institucional, a terminar la "larga noche del neoliberalismo" a combatir las inequidades de todo tipo, el desempleo, la corrupción, el analfabetismo, la insalubridad. Desde luego, en ese plan, el imperio lleva su parte y Correa ha sido muy puntual: ha proclamado una política exterior independiente y soberana, ha denunciado al Banco Mundial y al FMI, ha dado pasos buscando diversificar mercados y potencialidades (con Venezuela de Chávez, con Irán, con China, con Indonesia) ha motivado la creación de la Unión Suramericana y el Banco del Sur (que ya fue firmado por diez países) y otras acciones y propuestas que, evidentemente, no deben ser del agrado ni del imperio peor de sus "pelucones" locales. Por lo tanto, era necesario iniciar contra Correa y su movimiento la guerra sicológica. Para ello cuentan con las grandes cadenas de radio y televisión (todas dependientes de transnacionales de la comunicación y el entretenimiento que tienen sus matrices en Estados Unidos) y a los grandes medios de comunicación impresa*, muy ligados entre si y orientados desde la SIP (que tiene su sede principal en Miami) un organismo de tapada de la CIA, que depende de erogaciones directas del gobierno USA y que está muy ligada a la mafia cubano-americana (tanto como que sus "periodistas consagrados" -el terrorista y agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner, por ejemplo- tienen espacios semanales en periódicos como El Comercio de Quito). Se explica, entonces, que la guerra sico-mediática contra este joven gobernante y su gobierno, haya comenzado y esté en plena ejecución.

Tienen un arsenal de vocablos y adjetivos

Desde la campaña electoral, en forma abierta o sutil, no cesa la reiterada afirmación de que Rafael Correa "se identifica" con Hugo Chávez y sigue al pie de la letra "sus instrucciones". Para los mass media del sistema, Chávez, a su vez, es un "dictador" (no pesa nada que haya ganado 8 elecciones) dependiente de (Fidel) Castro, que pretende consolidar un poder político y social, contrario a "la democracia y la libertad" (y toda la letanía esa, que ya tiene cerca de medio siglo) Entonces, de lo que se trata es de identificar a Correa como un seguidor incondicional de Chávez y que todo lo que hace, no es porque en Ecuador la mayor parte de la población vive en la pobreza y la miseria, tiene un promedio de remuneraciones que apenas le garantiza la supervivencia, que hay enormes brechas entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen nada; sino porque el "dictador venezolano" así lo ha dispuesto, de puro malo. De paso, se afirma que el socialismo "ya ha demostrado que es anticuado y que solo reparte pobreza" y que solo la propiedad privada es capaz de sacar adelante un país, una región, "en democracia y libertad"

Para comenzar, los mass media, desde el inicio del mandato de Correa y su Alianza País, encontraron "un ataque sistemático" contra ellos, lo cual fue traducido en una "actitud hostil" contra la libertad de expresión, según la vieja celestina de la SIP. La táctica es tergiversar, disminuir, manipular la información proveniente del Presidente Correa y obligarle a este a repetidas aclaraciones y críticas; aclaraciones y críticas que son difundidas como "ataques a la prensa" En otras palabras, los medios y sus voceros si tienen el derecho a aseverar lo que les venga en gana, inclusive utilizando términos agraviantes (un vespertino le acusó de que Correa había asaltado la Junta Bancaria) pero el Presidente no. Según esta tesis, si el Jefe de Estado, muchas veces indignado, se ve obligado a rechazar una insistente manipulación de expresiones y datos, pues se convierte de hecho en un enemigo de la para ellos "sagrada libertad de expresión"; pero en cambio, ellos no están obligados a ninguna rectificación; peor a reconocer que actúan con evidente mala fe. Y en este contexto, los medios impresos y televisivos, desde hace rato, tienen la especial tarea de minimizar las acciones positivas del gobierno o del movimiento político de gobierno; y a maximizar los errores, que en cualquier régimen son inevitables, más en uno que carece de experiencia en el manejo de la cosa pública.
Para muestra, este botón: la expedición de un decreto ejecutivo reglamentando la pesca incidental de tiburones en aguas marinas costeras (especialmente en Manabí) Esta práctica había sido largamente utilizada por pescadores ilegales que, en alta mar, capturaban tiburones pero solo para cortarles las aletas que tienen alta demanda en países orientales como Japón. Entonces, los mass media (especialmente televisión e impresos) jamás les preocupó esta depredación ciertamente atroz, ya que los contrabandistas capturaban a los escualos, les cortaban las aletas y les devolvían al mar. El decreto del Presidente perseguía regular esta práctica a una pesca artesanal y controlada. Pero, de pronto, los medios se volvieron ecologistas y dedicaron a los "pobres tiburones" páginas y espacios durante buen tiempo, "denunciando y protestando" porque Correa había autorizado la predación de esta especie. Utilizaron el decreto ejecutivo, ciertamente mal explicado al público, para "encontrar" en Correa una actitud antiecologista, contraria a su discurso político.

Hay que neutralizar la Constituyente

La manipulación informativa y de opinión es ya descarada, perversa, en torno a la Asamblea Nacional Constituyente DE PLENOS PODERES que, según abrumador mandato del pueblo ecuatoriano (consulta popular de abril 25/200) se constituyó en elecciones libres y directas de septiembre 30/2007 con una indiscutible mayoría del movimiento renovador de gobierno (80 asambleistas sobre un total de 130; y estos 80 han crecido a más de 90, con el aporte de movimientos políticos afines) En puridad de democracia representativa, esa gran mayoría tiene el mandato popular de restructurar los organismos del Estado y dictar una nueva Constitución; exagerando, si lo hiciera sin consultar con nadie (el partido de oposición que más escaños alcanzó, fue el movimiento PSP patrocinado por el ex Presidente Lucio Gutiérrez: 17 puestos) pues tendría todo el derecho y toda la autoridad para hacerlo. Pero …

Tan pronto como los datos extraoficiales de la elección de constituyentes confirmaban que el partido de gobierno había cosechado un sonado triunfo (como nunca antes se había dado en el Ecuador) los "preocupados" voceros de la televisión del sistema, en una extraña coincidencia de opiniones, lanzaron la tesis de que "se imponían los consensos" en las decisiones políticas que se tomen ya que la democracia "impone" que sean tomados en cuenta "todos los sectores sociales" para que una nueva constitución "sea perdurable" y todos puedan acogerse a ella. Olvidaron los dirigentes políticos derrotados y los "analistas" de los medios, que hasta en fecha reciente, mediante una mayoría (pegada con babas y con dólares) de minorías en el Congreso Nacional, ellos habían impuesto sus tesis (especialmente económicas) sin tomar en cuenta para nada a los sectores populares.

La táctica que se aplica en el contexto de la Constituyente es bastante simplona, solo que puede estar confundiendo a mucha gente que no conoce o no advierte de este tipo de intrigas y manipulaciones mediáticas. Puntualicemos algunos de estos casos:

La amplia y combativa mayoría progresista pasó a ser la "mayoría gobiernista" integrada por anónimos "alza manos" que obedecen "sin pensar ni discutir" todo lo que les "manda Correa" o se canaliza a través del Presidente de la Asamblea, Alberto Acosta. En la realidad, esta mayoría es cuestionadora, polémica, propositiva. Están lejos de ser los "borregos corruptos" que caracterizó a los últimos Congresos Nacionales.

Reconocen los politicólogos del sistema, que la Asamblea es de plenos poderes pero dentro de la "institucionalidad" imperante. Lo contrario es "dictadura" "autocracia" y hasta hubo un asambleísta (un viejo político pelucón, que ha pasado de la centro izquierda a la derecha mas retardataria) que renunció a la Asamblea porque no quería ser cómplice de la "tiranía" En concreto, la contundente mayoría legislativa, nombrada libre y democráticamente por el pueblo ecuatoriano, no puede ejercer su mayoría porque eso es "dictadura"

Los medios de comunicación del sistema, todos los días, dan espacios preferenciales en la información y la opinión, a los pocos asambleístas de oposición que más o menos pueden expresarse o que tienen una representatividad muy acentuada de la vieja partidocracia. En cambio, como para disimular, entrevistan muy de vez en cuando, o resumen a 10 segundos, las intervenciones de los asambleístas de Alianza País. De esa manera dan la sensación de que los asambleístas de minoría son los únicos sensatos, los únicos sabios; pero que los de mayoría no les hacen caso. Y lo curioso es que la naciente televisión estatal, está siguiendo la misma tónica que sus "hermanas mayores"

La especulación, la tergiversación, la manipulación informativa están a la orden del día. En esto son expertos los periodistas "sipianos" (de la SIP) especialmente en la "interpretación" de aquellos episodios o manifestaciones que el Gobierno o Alianza País no han dado una explicación apropiada y sobre todo oportuna. Sería largo enumerar caso por caso el aprovechamiento de situaciones coyunturales para encontrar en el régimen contradicciones o posiciones retóricas. Nos basta con recordar un episodio:

El debate y la aprobación, por la Asamblea Constituyente, de la nueva "ley de equidad tributaria" fue utilizado por los medios de (in)comunicación para demostrar, sin lugar a equívocos, que son los perros guardianes del sistema imperante, ya que tergiversaron, manipularon, mintieron, sin recato alguno, respecto de los verdaderos propósitos que persigue el texto: que paguen más los que ganan más; y que paguen sus impuestos esos empresarios que nunca lo han hecho o que si lo hicieron fue en términos tan ridículos que en realidad eran una gran burla al Estado. Los mediáticos sipianos fueron prolíficos en encontrarle a la nueva legislación toda clase de términos peyorativos (ley confiscatoria, ley que afectaba a la clase media, ley que va a ahuyentar la inversión extranjera, y así) pero esa misma actitud determinó, para muchos, que consideren que la ley debía tener disposiciones positivas cuando tenía tal oposición del establecimiento.

Así pues, el imperio invisible y sus pitiyankys hace rato que le han declarado la guerra sico-mediática al gobierno Correa y su movimiento político Alianza País, que tiene amplia mayoría en la Asamblea Constituyente. El Presidente Rafael Correa (a través de sus discursos y de su informe sabatino) ha denunciado este complot y ha reiterado su disposición a seguir adelante, reorganizando el país, a favor de los más desprotegidos. Y eso está bien.

La guerra del miedo y las escaseces

Pero la estrategia imperialista no se queda en esta fase de su contraofensiva. Si su guerra sicológica, a través de sus mass media, no da resultados, pues adelantarán la guerra de los miedos y de las escaseces. La de los miedos, ya está en marcha (fue lanzada por el mofletudo multimillonario Álvaro Noboa, durante la campaña electoral) y se deja escuchar en distintos escenarios. Mas, al parecer, ya el pueblo ecuatoriano está saturado de tales amenazas; y no les para mucha bola. El contundente resultado de la consulta de abril 15 y de las elecciones de asambleístas de septiembre 30 fue una demostración de que la inmensa mayoría de ecuatorianas y ecuatorianos, ya no traga ruedas de molino.

Entonces, queda la guerra de las escaseces. En eso, los círculos plutocráticos y neoliberales tienen amplia y peligrosa experiencia. La emplearon contra Cuba (la emplean hasta hoy) pero, como en la isla se produjo una revolución de verdad, pues este país ha podido afianzarse y salir adelante. La aplicaron con Allende (el paro del transporte, la especulación con artículos de primera necesidad) pero tuvieron que recurrir al genocida y ladrón de Pinochet y sus cuadros militares, para invadir La Moneda y eliminarlo físicamente. La están aplicando con Hugo Chávez (en Venezuela, de pronto, las vacas se pusieron sofisticadas y se niegan a dar la lecha que siempre han dado; los panaderos no tienen la harina suficiente para amasar el pan y venderlo) y quizá ese haya sido un factor de la insignificante derrota electoral del pasado 2 de diciembre/2007 Y quizá, la desaparición de bombonas de gas (por dos ocasiones) y las subidas de precios de la leche, la harina, sean un preámbulo de lo que en Ecuador está por llegar, al corto plazo, en la medida en que Correa se mantenga en sus posiciones antiimperialistas y nacionalistas-desarrollistas; y vaya a seguir aprobando leyes como la de equidad tributaria.

Pero, en Ecuador se dice que "guerra avisada no mata gente" Si se toman medidas oportunas y suficientes, si se desarrolla una verdadera campaña de denuncia y de explicaciones a la población y una gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas respalden la política que ha sido puesta en marcha, no solo que es posible sino que es seguro que la antipatria proimperialista será derrotada, sin atenuantes y sin retorno.

Quito, diciembre/2007

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